! Gracias Señor !

Señor Jesús:

Hoy vengo a Ti para decirte, gracias. Primero que todo, por el regalo de la vida, por un día más para vivir, por otra oportunidad de besar y abrazar a mis hijos y a mi esposo. Gracias Señor por la salud, por el aire que respiro, por la naturaleza, por todas las cosas que has creado para nuestro deleite.

Gracias Señor por estos ojos con los que puedo ver el amanecer, admirar la belleza de un paisaje, de una puesta de sol, la cara sonriente de un niño, las caras hermosas de mis hijos, y verlos crecer. También con ellos puedo apreciar el dolor reflejado en el rostro de los desposeídos, para que no se me olvide que hay alguien que necesita de mí, y que soy privilegiada en comparación con ellos.

Gracias Señor porque puedo oler el perfume de las flores, sentir el olor a tierra mojada por la lluvia, el dulce aroma de una fruta y también el de una deliciosa comida preparada con amor. Gracias Señor, porque puedo oír el canto de los pájaros, el rugido de las olas del mar, la risa de un niño, la música, y las voces de mis hijos diciéndome: Te quiero, mamá!

Gracias Señor, por la voz, porque puedo decirle todos los días a mi familia cuánto los amo, dar una palabra de consuelo al afligido, y alabar y bendecir Tu santo nombre. Gracias Señor, por mis piernas, con las que puedo caminar, correr, saltar, bailar. Escalar una montaña si quisiera, sentir la frescura de la hierba mojada o la arena caliente de una playa bajo mis pies.

Gracias Señor, por mis manos, con las que puedo tocar y acariciar a mis hijos, sentir la suavidad del pelaje de un cachorrito, o la aspereza del tronco de un árbol, curar una herida o una rodilla raspada y enjugar una lágrima; con ellas puedo trabajar para ayudar a mi esposo a llevar el pan de cada día a nuestros hijos, y proporcionarles un techo bajo el cual vivir y guarnecernos.

Gracias te doy Señor, por todos los dones y regalos que recibo de Ti todos los días, aún sin merecerlos. Tu amor, Tu misericordia, Tu presencia, Tu protección, Tu gracia y Tu compañía en cada momento de mi vida, son las más hermosas bendiciones.

Señor, te doy gracias porque, por Tu infinita misericordia, perdonas mis faltas y pecados y, a pesar de todo, me amas.

Reconozco que no soy digna de Ti, pero quiero decirte que Te amo y que Te necesito. No soy nada sin Ti. Como dice Juan Luis Guerra en su canción “Tan sólo he venido”: “…darte gracias, por siempre gracias, por lo que has hecho, Señor, conmigo.”

! Gracias Señor, por amarme de todas maneras!

Tu hija, Sofía