(Por: Gabby Pino)
Al igual que la noche, el sol la trueca en día,
Con sus brillantes rayos en cada amanecer…
Iluminas las almas, y encuentran tu grandeza,
Despiertan de las sombras y vuelven a nacer.
Las sombras son refugio del maligno que en guardia,
No desperdicia instante para ataque fatal,
Como león rugiente, siempre está al acecho,
Para robarse un alma que no ha sabido andar.
Por eso, este mensaje que recibo del alba,
En la mañana linda, en cada amanecer,
Me dice recordándome, que debo abrir mis puertas
Del alma medio muerta, para así renacer….
Nacer bajo el reflujo de tu luz tan radiante,
Que apague las tinieblas, tentaciones, pesares…
Como candil que arde, en lóbregas y oscuras
E inciertas noches largas nos guíe hacia Tí.
Si tan solo un rayito de tu luz tan potente,
Penetrara en las almas de tu pueblo, tu gente,
Muchos amaneceres de almas peregrinas,
Que naciendo de Nuevo, puedan vivir en Tí.
¡Oh SEÑOR!…que despierte que de Tí no me aparte,
Que alerta y vigilante me encuentres al venir,
¡Oh JESUS!…ilumina las tinieblas de mi alma
Como así te pidiera San Francisco de Asís….
Prometiendo al SEÑOR, no cerrar más las puertas
Que su luz nos invada, que no haya almas muertas,
Que en tu bella presencia podamos siempre ir,
¡¡¡Amanecer contigo…y amanecer Tú en mí….!!!
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